Durante finales del siglo XIX y principios del XX la escultura y la pintura inician un proceso de ruptura con el pasado. Cambian las técnicas tradicionales y se pierde la importancia de la función conmemorativa y celebrativa del arte escultórico. Se inicia una búsqueda de nuevas funciones y nuevas simbologías para la expresión escultórica.
Durante el s. XIX el estilo artístico predominante era el neoclasicismo, que suponía una vuelta a los ideales artísticos de la antigüedad clásica. Sin embargo, hay un escultor que es capaz de abrir nuevos caminos en la escultura que serán fundamentales para entender la escultura contemporánea.
AUGUSTE RODIN: La renovación de la escultura del s. XIX
Rodin es considerado uno de los grandes maestros de la escultura y, sin duda, fue el que abrió el camino hacia la escultura contemporánea. Supuso una revolución para el mundo de la escultura similar a lo que el impresionismo supuso para la pintura. En la siguiente presentación puedes conocer parte de su obra y lo que supuso para llevar la escultura al siglo XX.
ALBERTO GIACOMETTI
Escultor suizo, aunque desarrolla gran parte de su obra en el Paris de la primera mitad del siglo XX. En la capital francesa entró en contacto con el ambiente cubista, y más tarde con el grupo surrealista, del que formó parte de 1930 a 1935. En las obras de este período, muy personales, se reconoce la idea surrealista del simbolismo de los objetos.
El abandono del surrealismo y la vuelta al arte figurativo constituyen el preludio de la llegada de Giacometti a su estilo más singular y característico, el que desarrolló a partir de comienzos de la década de 1940. Aparecen entonces sus figuras humanas alargadas y de apariencia nerviosa, muy delgadas y de superficie áspera, a menudo de tamaño natural, que pueden estar representadas solas o en grupo.
Son estas obras las que han hecho de Giacometti uno de los artistas más originales del siglo XX, también en pintura, donde sus obras se caracterizan por figuras rígidas y frontales, simbólicamente aisladas en el espacio. En estas creaciones que representan la soledad y el aislamiento del hombre se ha querido ver un trasunto de la filosofía existencialista, y de hecho Jean-Paul Sartre, el máximo representante de la tendencia, reconoció en la obra de Giacometti algunas de sus ideas y escribió sobre ella. La familia y los amigos del artista fueron sus modelos preferidos, en particular su hermano Diego, al que reprodujo en numerosas esculturas, pinturas y dibujos.
JUAN MUÑOZ
Artista español de gran prestigio internacional, aunque sigue siendo un desconocido para gran parte del público. En la década de los setenta viajó a Inglaterra para estudiar en el Croydon College y luego en el Central School of Art and Design. Allí conoció a su esposa, la escultora Cristina Iglesias, con quien tuvo dos hijos. En 1982 viajó a Estados Unidos para estudiar en el Pratt Centre de Nueva York con una beca. Tuvo su primera exposición en 1984 en la galería Fernando Vijande de Madrid. Desde entonces expuso sus trabajos frecuentemente en Europa y otras partes del mundo.
A comienzos de años 1990, Juan Muñoz comenzó a producir obras de carácter "narrativo" -rompiendo los límites de la escultura tradicional- las cuales constan de instalaciones de figuras de tamaño ligeramente inferior al natural en interacción mutua distribuidas en ambientes tanto cerrados como abiertos. Sus instalaciones a menudo invitan al espectador a relacionarse con ellas, dejando de sentirse espectador para discretamente formar parte de ellas. Sus figuras monocromáticas, gris plomo o color cera, ganan en discreción, en universalidad por su falta de particularización, pero esa ausencia de individualidad nos cuestiona y, tal vez, hasta incomoda.
Para sus esculturas, Juan Muñoz utilizó principalmente papel maché, resina y finalmente bronce.
Puedes ver parte de su obra pinchando aquí.
En el siguiente vídeo puedes conocer más detalle sobre Juan Muñoz y su obra.